jueves, 12 de noviembre de 2009
Comentario IV / El Estado del Bienestar
Tras
Abordados los problemas “históricos”, otrora dramáticos, surgen otros nuevos. La terciarización de las economías europeas, las amenazas de la globalización (deslocalización industrias, etc.), los flujos migratorios, o una excesiva burocratización del sistema, conforman un conglomerado de problemas para el Estado del Bienestar, cuya legitimación se resiente. Si bien en la conciencia colectiva europea el bienestar es innegociable, y un sistema del que sentirse orgulloso, son muchas las voces (liberales) críticas al mismo, por su elevado gasto social, pos su supuesta ineficacia e ineficiencia a la hora de resolver conflictos, etc. Esto unido con la potenciación interesada de un individualismo brutal, hace que los cimientos del Estado del Bienestar se tambaleen.
No obstante, y lejos de volver a modelos históricos previos (aunque como en el caso de las precarias condiciones laborales, algunos/as estén muy interesados), la solución a los problemas del Estado del Bienestar pasa por redefinir el mismo, y no me refiero a jibarizarlo, a minimizarlo, me refiero a profundizar en él, a complementar los objetivos básicos, y a centrarse en la mejora de las respuestas públicas a problemas colectivos. Como bien dice el autor del texto, lo primordial es la concienciación de las sociedades europeas, a través de la educación y de políticas centradas en conciliación socio-laboral-familiar y la inclusión y movilidad social, en torno a la idea de lo colectivo. La potenciación de la empatía y de la colectivización de los problemas individuales. Actualmente el Estado del Bienestar no es sostenible, es necesario, es imprescindible. Desprenderse del mismo sería un suicidio colectivo. Hay que redefinir y actualizar el pacto social, no volver al estado de naturaleza hobbesiano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario